El martes Cristina Kirchner hizo un cambio de rumbo: mandó a los jefes parlamentarios a sesionar, dejar que la oposición se descargue en el recinto conra Boudou y convocar a la comisión de juicio político un día después para terminar con todo.

Puso un límite claro: no quiere tener que juntar votos en el recinto para definir si el vicepresidente es sometido a juicio político. Por eso instruyó a sus diputados a rechazar “in limine” los seis pedidos.

“Esto significa que no fueron estimados los proyectos y que el tema está cerrado. No hay dictamen”, le explicó ni bien terminó la reunión a LPO Jorge Cejas, diputado kirchnerista y secretario de la Comisión.

Pero la oposición no lo entiende así. Elisa Carrió, el Frente Renovador, la UCR y Unidad Popular presentaron sus dictámenes en minoría. Adela Cegarra, presidente de la Comisión, los ignoró y en las 48 horas que restan para cerrar el expediente de la sesión instruirá a sus empleados a romperlos.

El kirchnerismo ni siquiera se animó a defender al vicepresidente: en su informe (evitó llamarlo dictamen) rechazó los pedidos de juicio político por considerar que  "se basan en supuestos hechos y actos que aún tramitan en sede judicial".

La oposición rebatió que, justamente, un juicio político se trata de un trámite independiente al de Tribunales para determinar si un funcionario no cumplió sus deberes. Con el procesamiento de Lijo sobran elementos para plantearse esa cuestión. "No puede ser que ni siquiera habiliten un informe. Esto es un bumerán. He visto diputados que luego no pueden caminar por la calle", amenazó Elisa Carrió. 

Por si fuera poco, el kirchnerismo sostuvo que el juicio de Boudou no tiene vínculo con su función pública: o sea, ignoró la recomendación que el Ministerio de Economía a su cargo le hizo a la Afip de hacer un plan de pagos a Ciccone, clave en su procesamiento.

“Nos equivocamos deberíamos haber desechado estos pedidos antes de la indagatoria. Ahora quedamos pegados”, se lamentó ante LPO un diputado oficialista.

“Esto es muy gracioso. Porque no se animaron a defender a Boudou no se animaron a decir que es inocente. Y tampoco se atreven a abrir la investigación”, se burló Manuel Garrido, de la Ucr.

Pero las cartas estaban echadas. Conscientes de lo que se venía antes de la reunión de la Comisión, los 14 diputados de la oposición que integran la Comisión de Juicio Político se juntaron para definir como seguir.

Mario Negri, jefe del bloque radical, aportó datos claves: en varias ocasiones hubo rechazos in limine que fueron considerados dictámenes y por lo tanto se incorporaron a la orden del día para ser tratados. Llegó a la comisión con una carpeta que lo atestigua.

Todos los bloques lo exigirán en cada reunión de labor parlamentaria y en cada sesión. “Hay antecedentes así que no lo pueden negar. Van a tener que juntar los votos en el recinto”, desafió.

Y ese es el paso que Cristina quiere evitar, aun cuando la oposición nunca haya logrado reunir por su cuenta los 129 votos necesarios para el quórum y mucho menos los dos tercios necesarios para un juicio político.

El tema no es el número sino el desgaste que puede significar para muchos diputados con pretensiones electorales llegar a la campaña tras defender a Boudou. 

“Cuando empezó el debate por la 125 nos faltaban 15 diputados y luego los tuvimos. En la comisión de juicio político está la guardia pretoriana, con todos los que no tienen destino sin Cristina. En el recinto no”, recordó Julio Martínez, diputado de la UCR y miembro de la Comisión de Juicio Político.

Ya se vio en el Senado, donde Miguel Pichetto, quien sueña con acompañar en la fórmula a Scioli, dijo el discurso oficial en un tono suave y casi desentendiéndose del tema. ¿Cómo reaccionará si le toca cerrar un debate para frenar su juicio político?

Para evitar ese límite, Cristina buscó un cierre definitivo. Pero no podrá impedir que la oposición lo pida una y otra vez, sesión a sesión, que el rechazo de sus diputados se someta al recinto. 

En paralelo, con el proceso avanzado la oposición volverá a presentar los pedidos de juicio político y pedirán otra reunión de comisión. No la tendrán, pero no pasarán inadvertidos. Y eso es bastante.